La IA está cada vez más presente en las redes sociales y cada vez son más las empresas que utilizan la inteligencia artificial para diferentes funciones: Desde la gestión de la atención al cliente hasta la creación de contenidos.
El incremento de la IA trae consigo un reto para las marcas: ¿Cómo mantener la autenticidad en un contexto donde el contenido generado por la inteligencia artificial es más frecuente?
Confianza en IA
No todos los consumidores están adoptando el contenido generado por IA de forma positiva, de hecho el 62% de los consumidores afirman que es menos probable que se interesen por un contenido si saben que ha sido creado por IA.
Esta dato pone en evidencia la contraducción entre la confianza de las marcas en la IA y el escepticismo de los consumidores.
Diferencias generacionales en la percepción de la IA
La Generación Z tiende a estar más abierta a la IA, y a menudo afirma que puede discernir los contenidos reales de los generados por la IA mejor que otros grupos de edad. Por el contrario, los Baby Boomers son más propensos a desconfiar por completo de los contenidos generados por IA.
Cómo integrar la IA de forma eficaz en redes sociales
Para aprovechar la IA sin perder la confianza del consumidor, las marcas tienen redefinir el significado de autenticidad. La autenticidad, no tiene que ver con quién ha creado un contenido, si lo ha creado un ser humano o una IA, sino con la experiencia que ofrece el contenido. Si que el contenido está alineado con los valores de marca y cala con tu audiencia, puede considerarse auténtico, independientemente de su origen.
- Conoce bien a tu público: Evalúa cómo perciben la IA los distintos grupos demográficos.
- Delega de forma inteligente: Utiliza la IA para apoyar tu estrategia, para que te dé ideas y realice sugerencias, pero que sea el equipo humanos quien se encargue de crear la estrategia de contenidos, edite y defina los copies, interactue con los usuarios...
- Crea directrices: Establece políticas claras para el uso de la IA con el fin de evitar posibles problemas.
La IA ha venido para quedarse y es una herramienta muy útil que muchas veces nos facilita el día a día, pero para eso es necesario que seamos capaces de adaptar su uso a las necesidades de nuestro público objetivo, lo demás, en vez de una ayuda, se convertirá en un estorbo.